
¿Qué es el CTRUZ?
23 julio 2025
El contenedor amarillo es, sin duda, uno de los más reconocibles del sistema de reciclaje. Pero también uno de los que más dudas genera. ¿Qué se tira aquí exactamente? ¿Sirve para todo lo que sea plástico? ¿Y los briks?
A menudo lo llamamos “el de los plásticos”, pero esa definición no es del todo correcta. Lo que realmente va en el contenedor amarillo son envases ligeros: envases de plástico, metálicos (como latas o aerosoles) y briks. Es decir, botellas, latas, bandejas, envoltorios, tapones, botes de champú, envases de yogur, etc.
En el CTRUZ recibimos diariamente residuos procedentes de este contenedor, aquí se separan, clasifican y preparan para su reciclaje. Pero para que ese proceso funcione bien, es clave que el contenido sea el adecuado.
Por ejemplo, no deben tirarse al amarillo objetos de plástico que no sean envases, como cubiertos desechables, juguetes, utensilios de cocina o biberones. Aunque estén hechos del mismo material, su tratamiento es diferente y pueden dificultar todo el proceso de reciclaje.
La regla es clara: si no es un envase, no va al amarillo. Y si tienes dudas, fíjate bien: muchos productos incluyen en el propio envase información sobre en qué contenedor deben depositarse.
En definitiva, reciclar bien empieza en casa. Y saber qué va (y qué no va) en el contenedor amarillo es un paso imprescindible para que el reciclaje funcione. Desde el CTRUZ lo vemos a diario: una separación correcta marca la diferencia.