

Lo que no se ve cuando reciclas mal
25 septiembre 2025
Aunque se parecen al cartón y tienen aspecto de papel, los bricks no se tiran al contenedor azul. Su lugar es el contenedor amarillo, junto a las latas y los envases de plástico. Pero ¿por qué?
Los bricks están compuestos por tres materiales diferentes: cartón, polietileno (plástico) y una fina lámina de aluminio. Esta mezcla los hace muy resistentes, ligeros y perfectos para conservar líquidos. Sin embargo, también complica mucho su reciclaje.
En las plantas de tratamiento, estos envases se separan del resto de residuos mediante procesos mecánicos y ópticos. Después se trasladan a plantas especializadas que dividen las capas del brick para recuperar cada uno de sus materiales por separado. Es un proceso más costoso, pero necesario para que puedan tener una segunda vida.
Por eso es tan importante que se tiren en el contenedor correcto. Si los echamos al azul, pueden contaminar toda una partida de papel y dificultar su reciclaje. Y si van al gris, se pierde cualquier posibilidad de reaprovechamiento.
Así que la próxima vez que termines un brick de leche o zumo, acuérdate del amarillo. Mejor aún si lo escurres bien y lo pliegas para que ocupe menos. Porque reciclar bien también es cuestión de costumbre… y de fijarse en los detalles.