Procesos

Los distintos procesos que se llevan a cabo en el Complejo para el Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza son:

RECEPCIÓN Y DESCARGA DE RESIDUOS

Todos los vehículos que acceden al Complejo lo hacen por el área de control y pesaje donde se controla la procedencia del residuo y su tipología, dato muy importante a la hora de determinar el tipo de tratamiento que se le va a dar dicho residuo en planta.

El área de recepción consta de dos básculas (una a la entrada y otra a la salida) con capacidad para vehículos de hasta 60 Tm. y un sistema automático de control y gestión de pesajes. Existe una tercera báscula de iguales características para el pesaje del rechazo con destino al depósito de rechazos.

Una vez dentro del Complejo, los vehículos se dirigen hacia el área de tratamiento indicada en báscula. Los vehículos realizan la descarga en los fosos de recepción correspondiente y abandonan el recinto por la misma zona de entrada.

Consta de 4 líneas de tratamiento, 3 para la fracción TODO UNO y una totalmente independiente para los ENVASES LIGEROS, en las cuales se realiza el primer tratamiento a los residuos, con el objetivo de recuperar los materiales aptos para ser reciclados. Para ello, la instalación incorpora las últimas tecnologías disponibles, incluyendo separación balística, óptica, electromagnética e inductiva y la separación por granulometría para la recuperación de la materia orgánica.

El Complejo dispone de cuatro digestores con capacidad de 3.600 m3 cada uno, con capacidad para tratar 1.836 t/sem de residuos orgánicos procedentes del área de pretratamiento. La materia orgánica que se ha recuperado en las líneas de pretratamiento es sometida a un proceso de descomposición en ausencia de oxígeno, con el fin de obtener biogás (metano).

El biogás obtenido se usa como combustible en cada uno de los 4 motores de cogeneración que dispone el Complejo con el fin de obtener:

  • ENERGÍA ELÉCTRICA, que es exportada a la red de la compañía eléctrica suministradora.
  • ENERGÍA TÉRMICA, que genera vapor, necesario para mantener la temperatura de los digestores durante la degradación de la materia orgánica.

Tras el proceso de biometanización, la materia orgánica ya digerida es conducida al área de compostaje, donde se somete en primer lugar a la mezcla con restos vegetales, procedentes de la recogida de parque y jardines. Posteriormente, en primer lugar, se somete a una fermentación en la que producimos la higienización en túneles cerrados con ventilación forzada y control automático de temperatura y humedad; y en segundo lugar se pasa a la nave de maduración, para posteriormente realizar el afino y retirar los impropios que puedan quedar en el material. Este material bioestabilizado se usa en regeneración de suelos erosionados.

Los animales muertos tienen una recogida y gestión especial, que consiste en su cremación en un horno específico. El proceso es automático evitando la manipulación por parte de los operarios.

El Complejo dispone de un horno para su incineración, capaz de tratar 150 Kgr/h.

Todos los residuos que no se pueden aprovechar son depositados (previamente compactados) en el depósito controlado de rechazos.

Dicho deposito, tiene estrictas medidas de seguridad y es completamente impermeabilizado.  El vaso de vertido se ha diseñado pensando en el máximo aprovechamiento del espacio disponible y en una explotación por fases o celdas independientes. El sistema de drenaje de cada celda es individual y se pueden clausurar una vez colmatadas para ir realizando los oportunos sellados parciales. El fondo del vaso de vertido dispone en su base de una capa de impermeabilización que impide el paso de las aguas contaminadas, las cuales, mediante el correspondiente sistema de captación, se conducen hasta la planta de tratamiento de lixiviados.

Las aguas sucias (lixiviados) producidas en los diferentes procesos de la planta (principalmente en el proceso de biometanización y en el vertedero) son sometidas a un proceso de depuración en varias etapas: pretratamiento, tratamiento biológico, ultrafiltración y ósmosis inversa.

Todas las naves susceptibles de producir emisiones de olores se han proyectado cubiertas con aspiración superior y renovación de aire, con depresión interior, y conduciendo los gases generados a los filtros biológicos.

Los biofiltros constan de un piso de hormigón con numerosas espitas por los que se expulsa el aire viciado procedente de la nave y túneles de compostaje, del área de biometanización y de los fosos de recepción de residuos.

Sobre el piso de hormigón se asienta el material del biofiltro (corteza de pino) de manera que los contaminantes que contiene el aire son absorbidos por la biomasa y posteriormente consumidos por los microorganismos como alimento.

Los residuos de construcción y demolición de pequeña obra domiciliaria procedentes de punto limpio son sometidos a los siguientes procesos:

  • Recepción en zona específica
  • Machaqueo
  • Cribado
  • Utilización de áridos en el proceso de sellado parcial de vertedero y mantenimiento de caminos

El CTRUZ cuenta con una pequeña instalación de energía solar fotovoltaica de 6 kW y otra eólica de 11 kW, y la energía producida se aprovecha para la carga de 2 turismos 100% eléctricos.