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Todos los días unos 8 millones de estudiantes llevan al colegio sus bocadillos en envoltorios de usar y tirar, tanto en papel film, como en papel de aluminio.
Con que solamente la mitad de estos estudiantes no los deseche correctamente, estaríamos hablado de unos 720 millones de trozos al año, que, al no estar en el contenedor adecuado, acabarán sus días en un vertedero, incinerados o pasando a formar parte de nuestros océanos y mares.

Si eres uno de los ciudadanos a los que les gustaría formar parte de ese 88% que intenta evitar el uso de estos envoltorios, pero no sabes cómo, aquí os dejamos unas ideas para que podáis olvidaros de ellos o al menos reducir su consumo.

La primera, nos remonta a tiempos pasados, cuando nuestra abuela usaba un trapo o servilleta de tela para envolver los alimentos. Aunque, la verdad, para llevar al colegio o al trabajo, no es la mejor opción, pero para su uso en nuestros hogares es una gran idea y a la vez muy sostenible, ya que puedes reutilizarlo tantas veces como quieras.

Otra de las ideas, es usar sandwicheras de silicona. Son unas fundas flexibles que se ajustan a la medida del bocadillo, se pueden limpiar y tienen una vida casi infinita. También podemos usar los portabocadillos, su interior se encuentra revestido de aluminio aislante, lo que hace conservar el bocadillo, frío o caliente, para que cuando llegue la hora de tú almuerzo este como recién hecho.

Para terminar, podemos usar una de las últimas novedades para envolver nuestros alimentos. Son los envoltorios de tela, normalmente de algodón, con un recubrimiento de cera de abeja, se parece al papel de cocina, pero es mucho más maleable, lo que hace que se adapten y adhieran mejor a los bocadillos. Puedes lavarlos, reutilizarlos y llegan a durar, sin perder sus propiedades, más de un año.

¡ANÍMATE Y REDUCE TU CONSUMO!