CONTENEDOR AMARILLO
Botellas y envases de plástico
Productos de higiene y limpieza, tarrinas, bandejas, envoltorios y bolsas, botellas con tapas y tapones.
Envases metálicos
Latas, bandejas de aluminio, aerosoles, botes de desodorante, tapas y tapones metálicos.
Briks
De leche, zumos, sopas, etc.
Envases de madera
Cajas de frutas y verduras.
Cajas de vinos y espirituosos.
Envases de cerámica
De yogures, cuajadas, natillas, etc.
Juguetes de plástico
Biberones y chupetes
Utensilios de cocina
¿Sabías que con 6 briks puede hacerse una caja de zapatos, 40 botellas de plástico pueden convertirse en un forro polar o que 80 latas de bebidas pueden transformarse en una llanta de bicicleta? 8 botes de conserva pueden tener una segunda vida como olla de cocina, 22 botellas de plástico una camiseta y 550 latas pueden ser una silla. ¡Y estos son solo algunos!
Además, cada envase reciclado tiene su impacto en la lucha contra el cambio climático y la contaminación, ya que reciclando 6 latas o briks se contrarresta la emisión de 10 minutos de un tubo de escape.
Muchos ciudadanos confunden el contenedor amarillo, con el contenedor de los plásticos y que ya no nos son de utilidad, van al contenedor amarillo, pero no siempre es así.
En el contenedor amarillo sólo deben depositarse los envases
No deben depositarse: juguetes de plástico, biberones y utensilios de cocina y los cubos de plástico
Otros materiales con los que también podemos dudar, y que por tanto no deben depositarse en el contenedor amarillo, son los siguientes: vasos de papel de cafeterías, papel plastificado usado en carnicerías y pescaderías, tupperwares, botes tipo Pringles, cápsulas de aluminio de café, moldes de silicona para cocinar, termos, cajas de CD’s y DVD’s, carcasas de vídeos de VHS y cintas de casete, monederos y carteras, bolígrafos, sacapuntas, mecheros, materiales de plástico de cuadros o fotografías, envases de los medicamentos o neceseres.
Todos los envases que van a parar al contenedor amarillo son transportados a las plantas de selección, y de allí a sus respectivos recicladores. De manera más desarrollada:
Primero se separan los materiales según sean aptos o no aptos. Por ejemplo, las etiquetas, los restos o tierras de algún tipo se desechan. Este proceso puede ser algo complejo, ya que se separan al menos tres fracciones: metales (acero y aluminio) y plásticos (PET, PEAD, film y plástico mezcla). Una botella de agua sería plástico PET, una lata de refresco sería metal y una bolsa de patatas sería plástico mezcla.
Por otro lado, también se segregan según los colores. De esta forma se optimiza el uso de colorantes.
Las piezas se rompen y trituran en trocitos pequeños para facilitar el tratamiento.
Después se lavan, cubriendo los trozos con agua y dejando que las impurezas más densas queden abajo.
Se seca y centrifuga, eliminando cualquier otra impureza que haya podido quedar.
Se homogeneiza con un proceso mecánico para lograr un color y textura uniforme.
Después vuelve a depurarse el material de impurezas y se le da la forma y el color demandado, pasando por los respectivos controles de calidad.