CONTENEDOR MARRÓN
Los restos de alimentos como pieles de frutas, espinas de pescado, plantas, cáscaras de huevo o posos; o servilletas y papel de cocina usados, puede hacerse compost.
Restos no orgánicos
Objetos de cerámica, pañales, colillas, chicles, toallitas húmedas, arena para mascotas, pelo, polvo, etc.
Se dice que el primer compost realizado por el ser humano y no la naturaleza fue sir Albert Howard, que preparaba su compost con una capa de material vegetal de 15 centímetros. Desde entonces se han ideado muchas recetas y maneras de hacerlo. Siendo una materia prima tan potente ¿por qué no aprovecharla?
Más del 40% de nuestras bolsas de basura incluyen bioresiduos que son cien por cien aprovechables.
Es posible que aún no tengas un contenedor marrón cerca, en ese caso, puedes aprender a hacer tu propio compost en casa o colegio para el huerto o jardín.
Los restos impropios a este contenedor son los restos no orgánicos como objetos de cerámica, pañales, colillas, chicles, toallitas húmedas, arena para mascotas, pelo, polvo, etc.
Una vez se recogen los residuos, es preciso llevarlos a una compostadora que puede ser individual o comunitaria. De hecho, ¡puedes hacer compost en tu propia casa! Se sigue un proceso sencillo que pretende imitar el de la naturaleza. Es exactamente igual al proceso habitual, pero controlando los parámetros de temperatura, humedad y oxígeno. De seis a doce meses después está listo para ser usado.
Al separarlo del resto, se reduce la cantidad de residuos que llegan al vertedero, se reducen los malos olores y se ahorra energía, ya que puede producirse de esta manera en forma de biogás. De momento, las zonas pioneras se encuentran en Madrid, pero pronto irá extendiéndose a más zonas y comunidades autónomas.